El arte románico

EL    ARTE ROMANICO

El Arte románico fue un estilo predominante en Europa en los siglos XI, XII y parte del XIII. El románico supone el arte cristiano, agrupando las diferentes opciones que se habían utilizado en la temprana Edad Media (romana, prerrománica, bizantina, germánica y árabe) y consiguiendo formular un lenguaje específico y coherente aplicado a todas las manifestaciones artísticas. No fue producto de una sola nacionalidad o región, sino que surgió de manera paulatina y casi simultánea en Italia, Francia, Alemania y España. En cada uno de estos países surgió con características propias, aunque con suficiente unidad como para ser considerado el primer estilo internacional, con un ámbito europeo.

Tradicionalmente se atribuyen una serie de características generales al estilo románico: solidez de la construcción, gran anchura de muros para poder resistir las fuerza y tensiones de la estructura, uso del arco de medio punto y bóveda de medio cañón, escasez de vanos, tendencia a la horizontalidad frente a la verticalidad del gótico (aunque esto es bastante cuestionable). Lo más atrayente de este arte es sin duda la combinación de formas arquitectónicas de un gran equilibrio y elegancia, dada su sencillez, sentido de la simetría y el orden y la utilización de escultura de una extraña belleza, muy alejada de los cánones clásicos. Esta escultura es empleada para transmitir mensajes catequéticos y simbólicos a los feligreses que podían «leer» en la piedra las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.

• LA PINTURA ROMÁNICA

El estilo románico propiamente dicho conserva alguna tradición romana aunque muy degenerada y participa más o menos de las influencias bizantinas y de las septentrionales.
Se caracteriza la pintura románica por el escaso estudio de la naturaleza que revelan sus figuras, por la seriedad y uniformidad de los rostros en la forma humana, por la simétrica plegadura de los paños, por las violentas actitudes que se dan a los personajes al representar una escena y el rígido hieratismo cuando las figuras no han de expresar acciones, por sus contornos demasiado firmes o acentuados y, en fin, por la falta de perspectiva que ofrece la composición en conjunto .Los procedimientos generalmente seguidos fueron el temple y el fresco para cuadros y decoraciones murales, el temple y la aguada en la pintura sobre tabla y la aguada o acuarela (en éstas y en las tablas con aplicaciones de oro) para las iluminaciones de códices. En la pintura sobre tabla era bastante común el recubrir la superficie con un lienzo pegado a la misma sobre el cual se aplicaban algunas manos de fina escayola y se trazaban en ésta para fondo del cuadro ciertos surcos o rayitas e incluso dibujos en relieve y luego se pintaban las figuras que en muchos puntos aparecen también con resalto.

Los motivos más comunes en la pintura románica eran estos:

‣Pantocrátor:

Con el término pantocrátor se designa la imagen con que se representa al Todopoderoso, Padre e Hijo, es decir, Creador y Redentor. La figura, siempre mayestática, muestra a una u otra persona divina en similar actitud: con la mano diestra levantada para impartir la bendición y teniendo en la izquierda los Evangelios o las Sagradas Escrituras. En ocasiones, se representa sólo el busto; otras veces, la figura completa entronizada que, cuando se trata del Padre, sostiene en sus rodillas a Cristo hijo.

‣Tetramorfos:

Un tetramorfos  es una representación iconográfica compuesta por cuatro elementos. La más extendida de éstas es cristiana, cuya tradición se remonta al Antiguo Testamento, cuando el profeta Ezequiel describió en una de sus visiones cuatro criaturas que, de frente, tenían rostro humano y, de espaldas, tenían rostro animal.

‣Juicio final
El Juicio Final o Día del Juicio Final, es la denominación religiosa del fin del mundo, en el cual toda la humanidad será juzgada por sus actos.
En las creencias cristianas, es el día en que Dios juzgará a todos los seres vivos y creará la nueva tierra según Apocalipsis, la cual será gobernada por el mismo Dios desde la Nueva Jerusalén.

‣La Virgen María:

María es el nombre que se usa en los evangelios para referirse a la madre de Jesús de Nazaret. Para los cristianos católicos, ortodoxos, anglicanos y otros grupos cristianos orientales, son más usadas las expresiones «Santísima Virgen María», «Virgen María» y «Madre de Dios». En el Islam se usa el nombre árabe Maryam.

•LA ESCULTURA DEL ARTE ROMÁNICO:

La escultura románica está profundamente ligada a la Iglesia. Estas pinturas sirven para crear una determinada atmósfera en las iglesias.
La escultura en piedra depende de la arquitectura , teniéndose que adaptar a la superficie a cubrir. Los escultores románicos deben adaptar sus figuras a las proporciones del templo por lo que la escultura adquiere monumentalidad. Gracias a esta adaptación, podemos hablar también de su función pedagógica ya que su objetivo es enseñar a los fieles el camino de la salvación y por ello aparecen en los relieves románicos numerosas figuras identificadas con el pecado.

La escultura románica representa la reacción más completa frente al naturalismo clásico. Las figuras tienen una tremenda espiritualidad y la anatomía queda relegada a un segundo plano ya que los ropajes dominan al cuerpo.
A pesar de esto, el estilo alcanzará una significativa evolución que llegará al naturalismo gótico.
Las esculturas de arte románico se concentran principalmente en capiteles y fachadas. Como todas las figuras representadas tienen que adaptarse al espacio que tienen que ocupar, se observan figuras plegadas, que se tuercen , se estiran o se reducen en función del espacio.

•LA MÚSICA EN EL ARTE ROMÁNICO:

La música en el periodo románico está estrechamente relacionada con el arte y las costumbres de la sociedad de esta época, siendo por tanto, en su mayor parte religiosa. Se encuentra unida a la liturgia de la Iglesia católica y simbólicamente sirve como puente de unión entre los fieles y Dios.

La música más representativa entre los siglos XI y XIII es el Canto Gregoriano o canto llano, mezcla de diferentes culturas musicales. Destaca entre las obras religiosas más sobresalientes, el Codex Calixtinus o Liber Sancti Iacobi (siglo XII) que contiene la colección más importante de piezas musicales relacionadas con el Camino de Santiago (ceremonial litúrgico completo para la festividad de Santiago). Está escrito en latín, aunque hay algunas exclamaciones en lengua vernácula.

También en estos siglos existe una música profana, cuyos representantes son los Juglares y los Trovadores. Los juglares narraban gestas de caballeros y de héroes. Se acompañaban de instrumentos musicales como flautas y tamboriles, realizando su trabajo en calles y plazas de las ciudades y pueblos; siempre fuera de los templos, ya que la poderosa Iglesia Católica consideraba a sus obras derivadas del paganismo romano, y por ello fueron incluso perseguidos. Con todo esto, no es de extrañar que no existiese documentación anterior a 1150 de esta música popular.
Aún así, se tiene conocimiento en España de un famoso juglar vigués llamado Martín Codax, de principios del siglo XIII, que escribió en lengua galaico-portuguesa una colección de 7 canciones (Cantigas de Amigo), de las cuales 6 llevan música y que está considerado como el único ejemplar, en Europa, compuesto de canciones de amor dichas por la enamorada. El Pergamino Vindel donde están escritas estas canciones, se conserva en la Morgan Library de Nueva York.

• LA ARQUITECTURA DEL ARTE ROMÁNICO:

Desde el punto de vista exclusivamente arquitectónico el románico fue un esfuerzo continuo en construir templos perdurables con la mayor grandeza posible pero evitando su posible destrucción. En este empeño la arquitectura románica siguió un proceso evolutivo continuo de perfeccionamiento y de resolución de problemas tectónicos en busca de la altura y la luz.

Para ello el material empleado debía ser piedra fundamentalmente, aunque no se renunció a otro materiales como luego veremos. Otra condición ideal era que el templo debía estar abovedado. Esto era por dos razones: la primera, por dar mayor relevancia simbólica al edificio y otra, más práctica, para evitar los incendios que los techos de madera sufrían con cierta frecuencia.
Estos deseos llevaron a los arquitectos románicos a construir sus iglesias con grandes muros macizos de piedra que pudieran soportar los enormes pesos de las bóvedas. Los vanos, aunque deseados por el simbolismo de la luz, fueron practicados de manera más escasa que en el gótico -vanos estrechos y saeteras- pues suponían frecuentemente menoscabo de la resistencia de los muros. Como consecuencia secundaria, el interior de los templos románicos se envuelven en una tamizada luz que invita al recogimiento.

El sistema de empujes y contrarrestos de las bóvedas -mediante columnas, pilares, contrafuertes, otras bóvedas, etc.- se convirtió en el principal problema ingenieril a resolver y que no siempre se hizo con acierto, como sabemos por innumerables derrumbamientos producidos en diferentes épocas.

•LITERATURA DEL ARTE ROMÁNICO:

El latín es la lengua más conocida entre las «lenguas muertas» y debe el nombre a la antigua comarca del Lacio y fue adoptada posteriormente por los fundadores de Roma con aproximaciones de otros idiomas como el griego, el umbrío, el osco y el etrusco y con aportaciones de algunos dialectos que han concurrido a la formación de la lengua latina como el pelasgo o el céltico; hay que lamentar la pérdida del libro de los Orígenes de Roma, de Catón, que hubiera ayudado a esclarecer sobre la cuestión de la primitiva composición del latín. El monumento más antiguo que se conserva del latín es un canto o himno que los hermanos arvales, colegio de sacerdotes romanos, recitaban en su fiesta anual y que fue descubierto en el año 1777, grabado en una piedra, acompañada de los estatutos del colegio.
El latín se usó en el Imperio Romano y, tras la partición del mismo, en el Imperio Romano de Occidente, hasta su disolución.
Una vez definidos como conceptos la lengua latina y el Imperio Romano hay que decir que la literatura romana es fundamentalmente literatura latina, aunque también incluye algunos autores romanos que escribieron en griego.[1] Sin embargo, hay mucha literatura latina escrita después del final del imperio romano en occidente que ya no es literatura romana, evidentemente.

Francisco Ferreira

2º de Bachillerato

curso (2009-2010)

IES Bajo Guadalquivir;  LEBRIJA (Sevilla)