CUADERNO DE TRABAJO II

CUADERNO DE TRABAJO II

1.2. PARA CONOCER Y VIVIR (Segundo momento)


Los cristianos católicos, vivimos nuestra fe en Cristo resucitado, de forma particular en nuestra vida personal y de forma comunitaria dentro de la asamblea de la Iglesia.


En la Iglesia consolidamos nuestra experiencia de vida cristiana. En los Sacramentos, Cristo se ofrece y su gracia nos alcanza para vivir esta experiencia en nuestra vida cotidiana. En la Eucaristía se nos da como alimento.


En esta comunidad que formamos como Iglesia, somos muchos y diferentes, pero cada uno de nosotros recibimos el mismo y único Espíritu de Dios que nos guía a lo largo de la historia.


¿Cuál es la tarea de la Iglesia?.- evangelizar, entendiendo esto como camino para que el hombre se encuentre con Dios, consigo mismo y con los otros.


Pero no es una tarea privada, sino que es la misión principal de todos los miembros de la Iglesia, es un acto eclesial. En la que todos cooperamos en la misma misión pero de forma diferente, cada uno según los dones que Dios le haya dado. Unos dan más frutos en unos campos que en otros. Por eso, es importante que descubramos cuáles son esos dones que Dios nos ha dado y con los cuáles tenemos que prestar un servicio a la comunidad.


La vida y misión de la Iglesia, implica siempre la cooperación de todos los creyentes. Esto es estar en comunión. Pero esta comunión no es sólo humana: Dios está al fondo.


La comunión se realiza a través de la corresponsabilidad, es decir tener responsabilidades según la vocación que el Espíritu le ha dado.


Teniendo en cuenta, además de la vocación, circunstancias personales y edad, los laicos tenemos que participar en la misión de la iglesia local.


Esto, en muchas parroquias, hoy día es ya una realidad., un laicado que cooperando con la jerarquía, ayuda desde su vocación a cumplir la misión apostólica de la Iglesia para el mundo de hoy.



1.3. PARA COMPARTIR (tercer momento)


A lo largo de la historia son numerosos los ejemplos que tenemos de personas que han dejado su huella y sirven como guía en este caminar al encuentro con Cristo resucitado.


Manuel Siurot (1872-1940) decía que La familia, la escuela y la Iglesia son ámbitos donde se forjan los cristianos del futuro. Pues ahí tenemos nuestro campo de acción para compartir nuestra experiencia de cristianos.


Son numerosos los campos de acción: Ya sea en la pastoral de la salud, ya sea con los que tienen adicción a las drogas, personas discapacitadas, ludopatías, sexo, Internet, los sin techos, los privados de libertad, inmigración…etc.




Se trata pues, de vivir en el mundo con responsabilidad cristiana, enriqueciendo desde ahí la vida de la Iglesia.


Son muchos y diferentes “hombres y mujeres; niños, jóvenes, adultos, mayores, personas con discapacidad, enfermos… Todos son llamados a participar en la vida y misión de la Iglesia.




1.4. PARA ABRIR `PUERTAS. (Cuarto momento)


Aunque sabemos que “toda la Iglesia es un único y gran movimiento, animado por el Espíritu Santo, un río que atraviesas toda la Iglesia”


Nuestra sociedad sigue viendo a la Iglesia, como una institución milenaria, influyente y hábilque se adapta con facilidad a la realidad de cada momento para seguir existiendo. Sin embargo nosotros conocemos, algunas de nuestras debilidades y fortalezas, como organización y como parte de una estructura que, aunque sostenida por el Espíritu Santo, está sujeta a la acción del hombre de cada tiempo con sus luces y sombras. Como laicos comprometidos:


¿Nos sentimos parte de la Iglesia de forma plena o seguimos creyendo que aunque también somos Iglesia, nuestro papel es circunstancial y a veces prescindible?



¿Nuestra Iglesia es una Iglesia madura y libre o está todavía sujeta a ataduras de su pasado más inmediato.




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